El 23 de mayo se ha instituido como el Día Mundial del Melanoma Cutáneo con el fin de sensibilizar a la población sobre la importancia de esta enfermedad, de la capacidad que tiene para acabar con la vida de una persona y de la necesidad de detectarla tempranamente para lograr curación.
Según datos recientes de la Agencia Internacional de Investigación sobre el Cáncer (IARC), respaldada por la Organización Mundial de la Salud, a nivel global, las estimaciones indican que para 2040 se reportarán más de 500.000 nuevos diagnósticos de melanoma y cerca de 96.000 muertes anuales, lo que representa un incremento de más del 50% respecto de las cifras de 2020.
En Argentina se registraron más de 1.600 casos en 2024 y se proyecta que para 2045 esa cifra supere los 2.400. Con una tasa general de 210,7 casos de cáncer por cada 100.000 habitantes, el país se ubica entre las naciones con incidencia media-alta en la región.
Organizaciones médicas y de la sociedad civil impulsan nuevas estrategias de concientización, detección y prevención. Una de las propuestas más recientes es la capacitación de peluqueros para que puedan advertir signos de alarma en zonas difíciles de observar como el cuero cabelludo o la nuca.
La campaña denominada #AlianzaMelaNOmás, está liderada por la Asociación Argentina de Oncología Clínica (AAOC), la Liga Argentina de Lucha contra el Cáncer (LALCEC) y la organización de pacientes Melanoma Argentina, y busca incorporar espacios cotidianos a las estrategias de prevención del melanoma, el cáncer de piel más agresivo si no se detecta a tiempo.
“El melanoma es el cáncer de piel más agresivo, pero es visible. Los peluqueros, por su relación de confianza y acceso visual a zonas como el cuero cabelludo y la nuca, pueden detectar señales de alarma que los propios clientes no ven. No se trata de diagnosticar, sino de detectar señales de alarma y sugerir una visita al dermatólogo. Un par de ojos más pueden marcar la diferencia”, explicó la doctora María Florencia Cuadros, oncóloga clínica y especialista en tumores cutáneos.
El melanoma puede desarrollarse en cualquier parte del cuerpo. Aunque muchas veces aparece sobre la piel expuesta al sol, también puede surgir en zonas ocultas como las plantas de los pies, las palmas de las manos, debajo de las uñas o en el cuero cabelludo. En algunos casos, las lesiones pueden presentar tonalidades rosadas, blancas o incluso carecer de pigmento, lo que dificulta su reconocimiento.
La exposición a la radiación ultravioleta, tanto solar como artificial, continúa siendo el principal factor de riesgo evitable. Otros elementos que aumentan la probabilidad de padecerlo incluyen la presencia de numerosos lunares, antecedentes personales o familiares, piel muy clara, edad avanzada o un sistema inmune debilitado.
Una herramienta útil para detectar lesiones sospechosas es la regla del ABCDE. Se trata de un sistema de cinco variables que ayuda a identificar lunares que podrían ser peligrosos. La “A” se refiere a la asimetría; la “B”, a los bordes irregulares; la “C”, a la variación de colores en una misma lesión; la “D”, al diámetro mayor a 6 milímetros; y la “E”, a la evolución en forma, color, tamaño o aparición de síntomas como sangrado o picazón. Esta guía fue diseñada para facilitar el reconocimiento de señales de alerta por parte del público general, aunque no reemplaza la consulta profesional.


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