La efeméride conmemora el nacimiento del profesor Baruch Samuel Blumberg, Premio Nobel, descubridor del virus de la hepatitis B.
Cada 28 de julio se conmemora el Día Mundial contra la Hepatitis, una fecha establecida por la Organización Mundial de la Salud (OMS) para visibilizar una enfermedad que afecta a más de 300 millones de personas en todo el mundo. Se estima que cada año se producen 1,2 millones de nuevas infecciones, muchas de ellas sin diagnóstico, lo que la convierte en un problema de salud pública urgente.
La hepatitis es una inflamación del hígado causada, en la mayoría de los casos, por infecciones virales. Existen cinco tipos principales: A, B, C, D y E. La A y la E se transmiten por consumo de alimentos o agua contaminada. En cambio, la B, C y D se contagian por contacto con sangre u otros fluidos corporales. Estas últimas son las más peligrosas, ya que pueden volverse crónicas y derivar en cirrosis o cáncer hepático.
Muchas veces, los síntomas aparecen recién cuando el daño hepático ya es severo. Por eso, enfatizan la necesidad de realizar controles incluso en ausencia de molestias. La mayoría de estas personas desconocen su infección y continúan siendo portadoras del virus. Por lo tanto, presentan un alto riesgo de desarrollar una enfermedad hepática crónica grave y pueden transmitir el virus a otras personas sin saberlo.
Cualquier persona puede contraer hepatitis, pero hay grupos que están más expuestos: quienes reciben transfusiones de sangre o tratamientos de hemodiálisis, personas con múltiples parejas sexuales sin protección, poblaciones en contextos con malas condiciones sanitarias, y bebés nacidos de madres infectadas con hepatitis B si no reciben la vacunación a tiempo.
Frente a este panorama, la OMS y los organismos sanitarios locales insisten en una serie de medidas preventivas clave:
- Vacunarse contra la hepatitis A y B.
- Mantener una correcta higiene personal, especialmente en el lavado de manos.
- Consumir alimentos y agua segura.
- Usar preservativo en relaciones sexuales.
- No compartir elementos personales, como cepillos de dientes, jeringas o agujas.
- Realizarse controles médicos periódicos, sobre todo si se pertenece a un grupo de riesgo.
El Día Mundial contra la Hepatitis es una oportunidad para reforzar campañas de concientización, facilitar el acceso a pruebas gratuitas, impulsar la vacunación masiva y reclamar políticas públicas más inclusivas.


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