Este fin de semana, la Ciudad de Buenos Aires prohibió el uso de fuegos artificiales audibles en todo su territorio. La medida busca proteger la salud de personas vulnerables, animales y el ambiente de cara a las celebraciones de Navidad y Año Nuevo y responde a un pedido recurrente de los vecinos en las reuniones comunitarias. Además, apunta a proteger específicamente a adultos mayores, bebés, personas con Trastorno del Espectro Autista (TEA) y animales domésticos.

Buenos Aires se declara «zona calma», sin fuegos artificiales audibles

La Agencia de Protección Ambiental (APRA) adecuó la normativa vigente tras el pedido del jefe de Gobierno. El primer artículo de la resolución declara a Buenos Aires como «zona calma libre de pirotecnia». El artículo 4° del decreto prohíbe «el uso de artículos y artificios de pirotecnia y de estruendo en todo evento o espectáculo organizado por el Sector Público de la Ciudad de Buenos Aires». Ya existía una resolución de 2020 que definía una «zona calma» en un radio de 100 metros de distancia de reservas ecológicas y hospitales. Ahora la medida se amplió a toda la Ciudad.

El impacto de la medida en animales y ambiente

Los fuegos artificiales audibles generan graves consecuencias en perros y gatos. Los ruidos fuertes y repentinos provocan altos niveles de estrés, ansiedad y miedo en los animales. Los perros poseen una sensibilidad auditiva extrema que les permite percibir sonidos a distancias mayores que los humanos. Las explosiones pueden provocarles desorientación, taquicardia y conductas de escape.

Aunque a veces no parezca, los gatos también enfrentan riesgos importantes. Su curiosidad puede llevarlos a acercarse a restos de pirotecnia, lo que aumenta el riesgo de intoxicaciones. Además, en todo animal la exposición al estrés puede agravar enfermedades preexistentes o generar cuadros de ansiedad severa.

Las excepciones a la prohibición

La normativa establece excepciones específicas para determinados usos. Se excluyen de la prohibición:

• Artificios pirotécnicos para emitir señales de auxilio
• Uso por parte de las Fuerzas de Seguridad y Defensa Civil
• Actividades que por razones de seguridad requieren necesariamente su empleo

La Agencia de Protección Ambiental tiene como misión proteger la calidad ambiental a través de la planificación y ejecución de acciones para cumplir con la Política Ambiental de la Ciudad. Como establece el artículo 26 de la Constitución de la Ciudad, «el ambiente es patrimonio común y toda persona tiene derecho a gozar de un ambiente sano«. La medida prioriza alternativas visuales sin estruendo para que los festejos continúen sin afectar a personas vulnerables ni el bienestar de los animales.